miércoles, 27 de febrero de 2008

Características de Steven Klein


Nombre: Steven Klein
Nacionalidad: Danés
Lugar de Nacimiento: Copenhagen, Dinamarca
Fecha de Nacimiento: 13/02/1921
Raza: Judío

Características Físicas:
Color de piel: Blanca
Color de ojos: Marron
Color de cabello: Castaño claro
Estatura: 1.84 m.
Complexión: Estandar

Epoca a la que pertenece: Segunda Guerra Mundial (1945)
Indumentaria: Harapos y mucha voluntad
Ocupacion: Soldado (piloto)
Estado Civil: Comprometido

Lugares por donde pasa:
Sale de: Lisbon, Portugal
Pasa por:
Madrid, España
Toulouse, Francia
Paris, Francia
Brusselas, Bélgica
Amsterdam, Holanda
Destino final:
Copenhagen, Dinamarca

jueves, 21 de febrero de 2008

El destino final de Steven Klein... por [Lizeth Vasquez Moreno]

La mision de steven Klein era llegar a Copenhagen Dinamarca con su prometida Elise Leibnitz, Steven se encontraba en Groenlandia preparandose para su despegue que lo llevaria a Copenhagen Dinamarca, en su trayectoria hacia copenhagen volando sobre las aguas negras del oceano atlantico, el precensio un fuerte movimiento sobre la avioneta. Steven hizo lo posible por llevar el control de la avioneta procurando no caer en las aguas negras del atlantico, pero su suerte no fue tan buena y termino perdiendo el control, Steven deseperado por sacar su equipo de paracaidas Logro tirarse de la avioneta pero este lo llevo hacia unas solidas y enormes rocas.
Pasaron dias asi Steven si haber provado un solo bocado, peligrando alredor del oceano atlantico. Steven entro en una triste melancolia de saber que su mision podria fracasar y morir en esas aguas. Sin que Elise tuviera noticias de el pensando que habia fallado ante su palabra. El oceano se encontraba en un inmensa soledad. La noche se acercaba Klein sin ninguna esperanza de sobrevivir al siguiente dia ya estaba muy debilitado. Pero cual fue su sopresa que al amanecer se encontraba sobre un barco brindandole ayuda. Steven desperto le ofrecieron ropa y alimento. Steven asustado por saber donde se encontraba se dispuso a preguntar cual era la ruta que llevaba el barco. El capitan informo que iban directo a la capital de Portugal.
Finalmente llega a Lisboa Portugal, dandoles sus mas humildes gracias por la ayuda que le fue ofrecida y haberlo salvado de esas aguas a la cual habia sobrevivido contra viento y marea, Steven sin saber que hacer, tomo asiento pensando preocupadamente por lo que seria de el sin tener nada que lo podria ayudar a salir adelante sin dinero e igual sin nada que comer. Permanecio unos dias en la capital de Portugal tratando dia a dia de buscar un buen trabajo que por lo menos lo mantendria firme para poder seguir con su misión.
En el transcurso de andar vagando por las calles de la capital se encuentra con la estación de tren. Steven con una gran sonrisa dibujada en su rostro por saber que su destino aun estaba aun mas cerca, decidio salir rumbo a Madrid sin que lo descubrieran que viajaba de polisonte, decidio viajar donde se encontraba el equipaje, despues del largo viaje Steven llega a madrid, en cuanto las puertas del tren fueron abiertas el salio lo mas pronto posible que pudo para no ser notado de que viajaba sin documentación alguna.
Steven despues de haberse escabullido entre los pasajeros del tren y estar ya dentro de la ciudad de Madrid se dispone a buscar algo con que sobrevivir, Llega a un pequeño puesto, Klein sin traer ningun centavo en sus bolsillos decide hacer un acto de bandalismo robando uno de los alimentos que ahi se encontraban, salio corriendo velozmente sin poder ser detenido, ya que en la fuerza aerea habia sido entrenado, para recorrer grandes distancias, Steven se encontro una casa con las puertas abiertas despues de recorrer largos kilometros, para esto los habitantes que vivian en esta casa. se enteraron de que habia intruso dentro de ella, Steven decidio contar su misión que finalmente era llegar a con su amada Elise Leibnitz y lo que anteriormente habia vivido. Los dueños de la casa decidieron hecharle una mano y brindarle un poco de dinero para sus gastos de transporte, El señor Randy decidio regalarle un cambio de vestimenta.
Steven con dinero en mano, y sin ser reconocido logro Salir de Madrid mediante un carro de la fuerza armada que tenia como punto de partida llegar hasta Toulouse, Francia, el cual Steven creo un gran lapso de amistad con el conductor durante su largo camino, pero desgraciadamente Jeringman No podia tomar otro punto de partida, el solo iba a dejar un pedido, Stevan bajo del carro y Jeringman se dirigio nuevamente a Madrid. Solo podiendo desearle lo mejor de la suerte a Steven Klein.
Klein Llega con los Franceses el cual fue recibido, brindandole un techo para vivir pero Steven aclaro que tenia una misión y no podria estar por mucho tiempo, mientras tanto los Frances se disponian hacer un viaje hacia una emboscada, pidieron ayuda a Steven, el cual no se nego despues de que ellos le habian brindado ayuda, Estos tomaron dirrección cerca de la ciudad de Tolouse, pero cual fue la gran sorpresa inesperada que al llegar todos estaban armados, y ellos con la frente en alto salieron del auto, y tomar precipitaciones de lo que los podria pasar, para esto Steven no habia tomado precauciones, el solo salio detraz del General Vauhgan tomando rapidamente un escondite del cual podrian salir librados, para esto no corrieron con tanta suerte, Rapidamente se armo un tiroteo, donde muchos de los acompañantes del General Vauhgan murieron, unos cuantos salieron con vida, Steven se encontraba lesionado, los franceses no pudieron hacer nada por el ya que podrian peligrar su vida, ellos lograron escapar. Pero Steven fue sorprendido por los que armaron el tiroteo y lo llevaron a una celda.
Steven permanecio ahi por una semanas durante su recuperación, ya que se hizo de una amistad el cual logro escapar junto con el, teniendo que cometer otra violencia al robarse un carro , Llegando a Paris, Francia de donde era origen su amigo. La familia con gusto de ver a su hijoo, decidieron llevar a Steven hacia Bruselas, Klein al llegar a la ciudad de Bruselas, no perdio tiempo y busco rapidamente un nuevo trasporte para poder llegar a Copenhagen ya que dia a dia tanto como lo veia cerca era dificil por la situaciónes que le tocaba pasar, Encontro una bicicleta no en muy buen estado pero le fue suficiente para poder llegar a Ámsterdam.
Muy contento se encontraba Klein despues de haber pasado tantas travesias, podiendo salir con vida de cada de ellas, caminando por la capital de Ámsterdam decidio tomar un pequeño descanso para seguir con su misión que era lo unico que lo mantenia en pie, y con vida, con grandes ganas de luchar, Finalmente klein se dispuso de nuevo a seguir caminando hasta llegar al puerto, con grandes tripulantes a la vistaa, Klein no se detuvo y duro un par de dias contruyendo con sus manos una lancha, de grandes troncos que encontro al lado del puerto y algunas ramas de palmera, al termino de dos dias Klein, tenia su lancha lista y partio con rumbo a Copenhagen "su destino final", Steven despues de su larga misión llega a Copenhagen. Feliz y contento de que su prometida Elise esperaria por el, en el camino hacia la casa de Elise se encontro con uno de sus mejores amigos y el lo llevo hasta la casa de Elise.
Al termino del recorrido Klein llega a casa de su amada. Elise abre la puerta y lo recibe con un fuerte abrazo, y una gran sonrisa al saber que su prometido habia regresado despues de su gran misión. Estos empiezan sus preparativos para la gran ceremonia!!

miércoles, 20 de febrero de 2008

La Misión fallida de Steven Klein por Samuel R. Fimbres

La noche en Groenlandia era Joven, la base militar danesa se preparaba para dar espacio al despegue de uno de sus aviones de combate y reconocimiento. El frívolo piloto S. Klein abordaba sin titubeos el gélido avión, sin saber que eso sería lo que lo llevaría a su encuentro con el desastre. Apenas poniendo un pie en el primer escalón, recibe una llamada de su superior Vassili Kohr -¡Klein, baja aquí ahora mismo!- Steven Klein se dispone a bajar, mientras que pasan pensamientos por su mente -¿¡Que querrá ese ronco malhumorado!? ¡¿cigarrillos?! se pregunta a si mismo- Kohr dice con una voz y acento en tono burlesco -¡llamada para ti Klein, Y dile que deje de llamar a mi oficina!- Klein sonríe y contesta alegremente -¡siento mucho ser tan guapo coronel Kohr!- Klein se dispone apresuradamente a contestar la oportuna llamada. Es su prometida, Elise Leibnitz. Despues de tomar la llamada, nuestro héroe sube a su avión, solo que esta vez lleva una sonrisa dibujada en el rostro.

Despues de despegar desde Groenlandia, todo iba de acuerdo a los planeado, el talentoso piloto surcaba las ocilantes corrientes de viento del pacífico como si las hubiese conocido toda su vida. El clima aunque un tanto frío, era espléndido para que el avión no fuese detectado, las nubes robustas como algodón, proveían un perfecto refugio de los ojos enemigos. Parecía que todo iba sobre ruedas, pero de pronto algo salió mal, el motor del avión empezó a claudicar, falseaba como una pluma sin tinta, -se prendía, y se apagaba, tocía y tocía- Y de pronto.. ¡Lo inevitable! ¡La hélice se detubo! Klein fue rodeado por un terrible escalofrío, la adrenalina lo mantenía conciente en su apresurado descenso al vasto y frío Océano Atlántico. Y el se decía a si mismo -¡esto no puede estar pasando! ¡No aquí, no ahora!- su joven mente, aguda y agilizada le dió una última idea: utilizar el paracaidas de emergencia que llevaba el avion (utilizado comunmente solo para aminorar la velocidad del avión una vez que este hubiese tocado tierra) era cuestion de desplazarse en plena caida libre a la parte posterior del navío, arrancar el dispositivo con ayuda de la filosa hoja de acero que llevaba en el bolsillo, y atarse a éste a toda costa. Pero la noche se habia puesto en su contra entorpeciendo sus movimientos, logró a duras penas llegar a la cola del avión, ahora solo era cuestión de encontrar el punzante intrumento de acero y cortar los cables que ataban el velamen al avión. Pero al intentar tomar su cuchilla, esta sale despedida de su bolsillo por las fuerzas centrífugas de viento. Klein, desesperadamente usa sus desnudas y frias manos para arrancar a fuerza bruta el equipo de emergencia. Logrando su cometido, intenta atarse desesperadamente al paracaidas, pero el sangrado y dolor de sus manos no le facilitan la tarea, sin embargo lo logra. Al final, el avion se pierde de su vista en esa extraña e inmesa masa oscura-azulada debajo de sus pies.
Después de descender al océano, rápidamente se deshace de su paracaidas para no ser arrastrado por éste a aguas mas profundas. Klein nada hacia unas rocas que sobresalían del las frias aguas, solo su voluntad le mantiene vivo, y el pensar en su amada Elise le llena el corazón con un profundo sentimiento de calidez que apasigua ese desgarrador frío nocturno. Pasa la noche a la intemperie, dejandose allegar a esas rocas que le proveían un escaso pero bienaventurado refugio temporal. Al amanecer, Klein despierta con el primer rayo de sol que roza su faz, y se percata que no estaba tan lejos de la costa -¡pero que golpe de suerte!- nada hasta la orilla, y le llega a su mente un pensamiento -¿donde estoy?- sigue avanzando por la costa y divisa un velero carmesí a la distancia -¡hey!-¡hey aquí! grita con desesperación- el capitán del velero responde a su llamado, y va en su rescate. Klein y el Almirante Iran llegan a Lisboa, Portugal. Lisboa es la capital y mayor ciudad de Portugal. Situada en la desembocadura del río Tajo (Tejo), aparte de la capital del país. El área metropolitana tiene 2.641.006 en 2.957,4 km². El clima en Lisboa es una de las más cálidas. Los meses de primavera y de estío son generalmente soleados, con temperaturas máximas en torno a los 28ºC durante julio y agosto, y mínimas de unos 16ºC.

De Lisboa, parte a Madrid como polisonte de tren. En el camino, visulaiza una amplia gama de matices, Flores y jardines de los civiles de Madrid. El clima en Madrid es bastante agradable si lo comparamos con otros países de la comunidad europea. Gran parte del año con días de sol. En pleno invierno, en los meses de enero y febrero las temperaturas rara vez llegan a los cero grados pero aún así, no está demás llevar un buen abrigo puesto. En primavera la temperatura es agradable llenándose el paseo de la Castellana de hermosas flores y en verano hay días de intenso calor pero no deja de ser soportable.

Klein, alentado por tan bellísimos paisajes, sigue vivazmente su recorrido. Al pasar por una trinchera Francesa en los límites de Madrid, Klein visualiza a una escuadra de soldados que se dirigían a Toulouse, los soldados platicaban que la Guerra habia cesado y que todos regresarían a casa, Klein no desaprovecharía tan tentadora oportunidad para conseguir un pequeño aventón. En el camino a Toulouse todo el panorama iba cambiando, las charlas con los soldados franceses y los cigarrillos "hogareños" hacieron que el viaje fuese entretenido y que pareciese corto. En Toulouse se disfrutaba de un clima mediterráneo suave, próximo a los Pirineos en invierno las temperaturas suelen ser frías, pero eso no era nada comparado con el frio de Groenlandia, para Klein este clima era como una fresca brisa de madrugada. Sin mencionar también que las estructuras y arquitectura de ese lugar eran bastante ricas.

De ahi se dirigió a París, Francia en una carreta de frutas con un pequeño y humilde agricultor. El Sr. Orelo, dueño de una pequeña parcela y algunas tierras de cultivo, platicaba de lo hermoso que era París. Klein, sintió esa cálida y romántica atmósfera de parís, ni siquiera la guerra opacaría la belleza reflejada en los paisajes de Francia, su cultura, y el brillo en los ojos de sus habitantes.

París está situado en el centro-norte de Francia, al norte de la gran curva del río Sena. En el centro de la ciudad destacan dos islas que constituyen su parte más antigua, Île Saint-Louis y la Isla de la Cité. En general, la ciudad es relativamente plana, y la altitud más baja es de 35 metros sobre el nivel del mar. En París destacan varias colinas, siendo la más alta Montmartre a 130 metros.

El clima de París es oceánico semi-continentalizado (también denominado «clima de transición») al encontrarse alejada de la costa. Las precipitaciones son algo abundantes aunque no excesivas, con una media de aproximadamente 636 mm y están repartidas a lo largo de todo el año de forma regular sin tener un destacado mínimo pluviométrico o lo que es lo mismo: una estación seca. Las temperaturas son relativamente suaves todo el año. En verano se pueden superar los 30 °C ocasionalmente a lo largo de toda la estación, aunque rara vez se superan los 35 °C; las temperaturas máximas suelen rondar de los 25 °C a 30 °C y son frecuentes las tormentas. La primavera y el otoño son suaves con abundantes días de lluvia.


De parís, logra robarse una bicicleta y así poder continuar su viaje. Klein se decía a si mismo -Elise me está esperando, no debo defraudarle, debe estar preocupada por mi..- su amor y devoción por ella lo mantenían firme, después de haber estado en una de las ciudades mas románticas del mundo, Klein iba mas motivado que nunca.

Llega cansado pero a ritmo constante hasta Brussels. Baja de su transporte, lo vende en remate y logra hacerse de un poco de efectivo. Brussels en ese momento habia sido bombardeado por los alemanes, el paisaje no era grato, Klein ayuda a algunos refugiados judios que llegaron ahi. Pero él necesita seguir su viaje, y solo se queda ahi una noche. Al amanecer, Mira carruajes pasar, y decide tomar uno. Usa el dinero que consiguió para llevar comida para el camino. Su próximo destino, sería Amsterdam.

Ya una vez en Amsterdam, su destino final estaba muy cerca pero a la vez muy lejos, puesto que nuestro héroe necesitaba un medio de transporte. Klein, veía lejos una oportunidad de conseguir una manera de llegar a Copenhagen. Y en su desesperación, su mente le dió la respuesta: "Subir a uno de los submarinos que pasaban por los puertos de Amsterdam, desaparecer a un tripulante de alto rango, tomar sus ropas, y abordar otro submarino diferente para que la tripulación no sospechase de él, y lograr llegar a Copenhagen dándo ordenes falsas a los subordinados". S. Klein aguarda la noche, las penumbras abrazan el puerto de Amsterdam, el ávido piloto Danés se desplaza por las sombras como si fuesen una extensión mas de su ser. Y entonces.. visualiza a su víctima, -un 2ndo Almirante de fina tez, parecido en rasgos faciales a los de Klein- los ojos de Klein no se despegan del sujeto, estudiando metódicamente el acento y los movimientos de éste. Steven es un hábilidoso hablante, el se sabía la lengua de ese lugar y se escabuye a un lado de su víctima sin que esta siquiera lo notase. Toma una de las sogas del puerto, y hace lo que tenía que suceder. El aliento del pobre soldado se escapa de su cuerpo por última vez, la adrenalina de Klein aumentó sus fuerzas, y el pobre sujeto no pudo escapar a su destino. Ahora, solo queda tomar el uniforme de su víctima. Klein se dispone a ejecutar la segunda fase de su escrupuloso plan, infiltrarse a uno de los submarinos del puerto, y engañar a los subordinados. Klein desenvuelve su papel extraordinariamente y nadie nota que se trataba de un Danés traidor y sin escrúpulos. Dándo ordenes falsas y coordenadas erróneas, llega a Copenhagen en un abrir y cerrar de ojos. Klein dice a sus ingenuos subordinados que lo esperen en la costa, mientras que él se dirigiría en bote desde el submarino hasta la orilla a entregar unos presuntos documentos importantes, mas sin embargo el "almirante" nunca regresaría con sus "camaradas".

Klein llega a Copenhagen, y se dirige a toda la velocidad que sus piernas podían ofrecer hasta la residencia de Elise Leibnitz. Procurando por su puesto, llevar un atractivo presente para la joven. Al llegar, nota "algo distinto" pero no le da importancia, toca suavemente a la puerta. Una joven atiende a la puerta, la sonrisa de Klein se desvanece.. -ella no es su amada Elise- entonces Klein formula la pregunta que todos esperamos oir -Disculpe.. ¿no es esta la residencia de la Srita. Elise Leibnitz?- la joven al principio se queda en un profundo silencio, y sus ojos se desvían en otra dirección y le contesta con voz suave al joven uniformado -Señor, al parecer no se le fué informado..- Klein desesperadamente interrumpe y pregunta -¿informado..? ¿informado que srita?- La joven termina la frase que Klein interrumpió -Elise Leibnitz.. murió víctima de un bombardeo alemán cuando se dirigía a su casa después de haber hablado por teléfono con su prometido Steven Klein-.

La travesía de Steven Klein, por David H. Alfaro

...lo despertó el sonido de una sirena lejana; intentó recordar donde estaba, pero todo esfuerzo fue en vano. Empezaba a amanecer, así que decidió quedarse despierto en la oscura y fría celda que lo acogía, iluminada por una pequeña ventana a través de la cuál no podía distinguir más que una pared gris al fondo de lo que parecía ser un patio encementado.
Así pasaron dos días, en la humedad de la pequeña pieza, en la espera de lo desconocido. Afuera no se distinguía ningún alma, no se escuchaba ningún ruido; era un silencio sepulcral tan hondo que podía aturdir los oídos de cualquiera que no tuviera la voluntad de soportarlo.
Entonces, antes de que el segundo día finalizara, escucho unos pasos acercarse; una voz en portugués preguntando si había alguien con vida. Como conocía un poco la lengua, enseguida respondió a gritos que lo sacaran de esa prisión.
En cuanto se abrió la puerta recordó todo. Su nombre era Steven Klein, piloto aviador era su profesión y su nave había sido dañada, ocasionando un grave accidente que lo hizo perder la conciencia. De ahi no podía recordar nada. Sin fijarse en la identidad de su salvador echando a correr a la velocidad que la poca energía que le quedaba le permitía. Su arduo entrenamiento en la fuerza armada Danesa le había enseñado a correr largas distancias sin descanzar, pero su hambre fue mayor, y en cierto punto sintió que sus piernas flaqueaban y que no podría dar un paso más.
Entonces divisó un poblado en el horizonte. El sol del atardecer manchaba de rojo las olas del mar mientras pequeños y grandes navíos se acercaban a la orilla.
Cuando la noche hubo caído, se encontraba entrando al malecon de la ciudad. Una música melancólica inundaba el aire, que se mezclaba con el aroma de los mariscos recién cocinados y las voces de los soldados americanos que bebían la última cerveza europea antes de volver a casa. Entonces tomó un diario del suelo y descubrió que el infierno había terminado. La segunda guerra mundial había llegado a su fin. No le importó no lograr entender la otra parte de la noticia, porque con el sólo hecho de saber que no sería perseguido más por sus creencias religiosas, y que podría volver sin temor con su amada prometida, de nombre Elise Leibnitz, que lo esperaba en la ciudad de Copenhagen, Dinamarca, para unir sus vidas para siempre.
Un rúgido de sus entrañas lo hizo bajar de las nubes de nuevo y lo que hizo enseguida fue comenzar a pedir limosna para así poder comprar un poco de comida. Pensó que sus ropas harapientas lo ayudarían a conseguir un poco de caridad por parte de los habitantes de lisboa. En ese momento un soldado americano se le acercó y le habló en inglés. Obviamente, no pudo comprender una palabra de lo que el soldado americano decía, pero se dio cuenta que sus intenciones eran buenas, cuando señalo el bordado de cruz roja que llevaba su camisa, debajo del bordado de la honorable bandera de Dinamarca.
-You've just been liberated, right? -Dijo el soldado americano. A lo que Klein no dijo una sola palabra, pues no había comprendido la pregunta. Sólo agacho la cabeza. Entonces el soldado le hizo una seña de que se incorporara y lo encaminó hacia el interior de una fonda, donde le fue servido un suculento plato de Pataniscas de bacalhau, platillo que no pudo disfrutar, porque el hambre hizo que lo devorara en menos del tiempo que llevo prepararlo.
-So, you are from denmark? -De nuevo Klein permaneció en silencio. El soldado de nuevo señalo su camisa, pero esta vez a la bandera de Dinamarca. Klein entonces asintió. El soldado le hizo una seña y salieron a las poco iluminadas calles de Lisboa. El soldado, de nombre Ian Samborns, encendió un cigarrillo y le ofreció uno a Klein, este tomo el cigarrillo y le dió una fuerte aspirada, como si se tratara de un aire más vital que el que se necesita para respirar. Klein saco entonces una fotografía maltratada del fondo de su bolsillo y se la mostró a Samborns. Se trataba de su amada Elise, la cual lo esperaba en Copenhagen para desposarlo. Le hizo señas a Samborns en cuestion de saber si había alguien esperándolo en América. Samborns negó con la cabeza y sonrió irónicamente. Entonces sacó un rosario de su bolsillo, dando entender que su oficio era el sacerdocio y ayudar a las personas su vocación.
Antes de que steven mostrara una reacción al respecto (pues éste era judío), Samborns señaló a la derecha, hacia donde se encontraba la estación de ferrocarriles. Un tren a España partiría en cinco minutos. Klein estrechó la mano de su americano compañero y corrió para alcanzar a subir de polizonte al vagón más cercano. En cuanto la máquina de vapor echó a andar sus máquinas, Klein quedó profundamente dormido, y no despertó hasta que las primeras luces del alba iluminaron la ciudad de Madrid.
Una vez despierto intento pasar desapercibido en la estación de ferrocarriles, para que nadie notara que había un polizonte a bordo. Fue entonces cuando se dio cuenta de su situación. Sus ropas estaban maltratadas, tenía días sin afeitarse y su cuerpo despedía un olor desagradable. Si quería llegar a Dinamarca necesitaba verse mejor. Pero no hablaba español y nadie le iba a dar un trabajo con ese aspecto. Así que optó por cometer un acto de delincuencia antes de partir de Madrid. Se fue por la calle llamando a todas las puertas pidiendo algo de comer, hasta que finalmente hubo una puerta en la que no le abrieron. Entró a la fuerza, pero guardando muchísimo silencio. Cuando finalmente confirmó que la casa estaba vacía, tomó una ducha varias prendas de un armario que guardaba ropa de varón, de obvia clase alta, que le quedaba un poco ajustada, pero era eso sus maltratado uniforme. Cuando disponía a irse, escucho actividad en la entrada principal. Inmediatamente tomó su boina del ejercito danés y se escabullió por una ventana hacia el callejón.
Las siguientes horas vagó sin rumbo por las calles principales de Madrid, como si esperara encontrarse a algun conocido. Cuando su misión autoinflinjida se vio fracasada, se sentó en la plaza de cibeles a contemplar su sombrero, con un nudo en la garganta que le hacía sentir que romperia en llanto en cualquier momento.
Entonces levantó la mirada y vio un carro del ejército francés que llevaba la misma insignia de la cruz roja que llevaba su sombrero. Corrió hacia él, quería saber si lo podían ayudar a viajar de vuelta a Dinamarca, donde lo esperaba su amada Elise para casarse.
Llegó ante los franceses corriendo eufóricamente y señalando el bordado de la bandera de su país que se encontraba en su boina, junto al bordado de la cruz roja. Los franceses se miraban entre ellos tratando de comprender lo que el soldado danés les planteaba, hasta que uno de ellos empezo a hablarle en alemán, idioma que es mutuamente inteligible con el danés. Después de una disparatada conversación, donde Klein les contó su historia, accedieron a llevarlo hasta Toulouse, Francia, ciudad de donde ese pelotón era originario.
Durante todo el trayecto fue platicando amenamente con Ferdinand de LaVille, el amable soldado francés que hablaba alemán dando como resultado una agradable amistad. Ambos soldados tenían una prometida esperandolos en casa, lo que creo una clase de fraternidad y un deseo de solidaridad mutua.
De LaVille, invitó a Klein a quedarse en su casa, mientras encontraba un medio para seguir su recorrido. De LaVille, vivía a las afueras de la ciudad de toulouse, su familia era humilde y se dedicaba principalmente al comercio. Klein fue testigo de como la familia del soldado francés lo recibió efusivamente. Cuando de LaVille hubo contado la historia de Klein, todo mundo se mostró acogedor y le ofrecieron un techo donde dormir, y un lugar en la mesa donde comer.
Asi paso una semana. Klein no encontraba un medio de seguir su recorrido. En un arranque de desesperación estuvo a punto de continuar a pie su travesía. Pero la suerte le sonrió una vez más. Los padres de de LaVille irían a Paris a vender su mercancía.
El camino fue largo y tedioso. Conforme pasaban los días, sentía que Copenhagen estaba más y más lejos. Una vez en Paris, sentía que estaba perdiendo la cordura, necesitaba llegar pronto a su ciudad natal. De nuevo cometió un delito al robar una bicicleta y tomar la carretera hacia Bruselas.
No tuvo problemas para cruzar la frontera Bélga, pues era una época donde todos los soldados volvían a sus países de origen y donde todos los presos de guerra y civiles secuestrados por el regimen fascista volvían a sus casas. Cuatro días después de haber salido de Paris llego a Bruselas, durante el trayecto se había alimentado sólo de pan, queso y vino que los padres de de LaVille le habían otorgado amablemente. Al llegar a bruselas, tenía doce horas sin probar un bocado y el hambre le empezaba a jugar malas pasadas. Una vez en el centro de la ciudad capital de Bélgica intercambio su bicicleta por medio saco de fruta fresca. Se sentó en una de las calles a devorar las frutas, cuando derrepente escucho un susurro que le sonó un poco familiar. Venía de una casa. Se asomó tímido por la ventana y entonces pudo distinguir lo que las voces emitían. Era una letanía perteneciente a su órden religiosa. Pero su sorpresa fue mayor al reconocer la cara de la persona que la profesaba. Era un antiguo compañero de guerra, que al parecer había encontrado su nuevo hogar en la capital Belga.
Einar Haggen, de nacionalidad danesa también, dedicó toda una tarde a contarle a Steven Klein como había terminado en Portugal. Le ofreció una cena decente, ropas nuevas y un carruaje que lo llevaría hasta Ámsterdam, capital de los países bajos. Así mismo le dió la dirección de un amigo que le daría trabajo en un barco que lo llevaría de vuelta a su ciudad de origen.
Finalmente Klein llegaba a Copenhagen. En el trayecto logró mandar una carta a su amada Elise Leibnitz para anunciar su regreso. Después de un largo mes de andar viajando por toda europa finalmente llego a sus brazos y celebró sus añoradas nupcias.

martes, 1 de enero de 2008

Blogspot.com

Blogspot.com me ofreció muy buenas herramientas para poder iniciar un pequeño "espacio personal" dentro de la red, y pues siendo así, no rechacé tan tentadora oferta.

El mando y panel de configuracion son sumamente simples, tanto la capacidad de subir fotos y url's para videos YouTube asi como el poder anexar los llamados "textareas" y "cBox" al Sidebar de tu página.
Cabe mencionar tambien que te da la posibilidad de subir archivos tipo flash player (.swf) gracias a su editor que opera con "html/javascript".
Espero poder terminar a tiempo mi pequeño Blogcillo personal, y así no demorar su apertura oficial. Googlepages.com. Nos vemos pronto!